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Profundiza en el misterio infinito de Dios a través de sus revelaciones. Día 28 la Reina del Cielo_Luisa Picarreta
Descripción de la publicación.
SoraMois
5/28/20254 min read




🌟 Día Vigésimo octavo
Suena la hora del dolor. La Pasión. Un Deicidio. Llanto de toda la naturaleza.
📘 La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad
🌸 Introducción
Hoy comienza el abismo del dolor. La Virgen nos lleva al umbral de la Pasión, donde el pecado se desborda y el amor se entrega hasta el extremo. Es la hora de la separación más cruel: la del Hijo llevado al sacrificio, y la de la Madre que lo acompaña en el silencio más fecundo.
✨ Lección de la Reina del Cielo
"Hijo, hija, no me niegues tu compañía en tantas amarguras mías. La Divinidad ya ha decretado el último día de mi Hijo aquí abajo. Ya un apóstol lo ha traicionado, poniéndolo en las manos de los Judíos para hacerlo morir. Ya mi querido Hijo, dando en exceso de amor y no queriendo dejar a sus hijos, que con tanto amor vino a buscar sobre la tierra, se queda en el Sacramento de la Eucaristía, a fin de que cualquiera que lo quiera lo pueda poseer..."
"...En mis penas y desgarros profundos, y en las penas de mi amado Hijo estaba tu alma, tu voluntad humana, que no haciéndose dominar por la de Dios, Nosotros la cubríamos de penas, la embalsamábamos, la fortalecíamos con nuestras penas, a fin de que se dispusiera a recibir la Vida de la Divina Voluntad..."
"...Ambos nos bendijimos y, dándonos aquella mirada que no sabe separarse más del objeto amado, mi querido Hijo partió, y Yo, tu Mamá doliente, lo dejé, pero el ojo de mi alma no lo perdió jamás de vista. Lo seguí en el huerto, en su tremenda agonía, y ¡oh, cómo me sangró el corazón al verlo abandonado por todos, hasta de sus más fieles y queridos apóstoles..." "Hija mía, el abandono de las personas queridas es uno de los dolores más grandes para un corazón humano en las horas tormentosas de la vida, especialmente para mi Hijo, que tanto los había amado y beneficiado.... Al verlo agonizar, sudar sangre, agonizaba junto y lo sostenía en mis brazos maternos. Yo era inseparable de mi Hijo, sus penas se reflejaban en mi corazón derretido por el dolor y por el amor."
"Así lo seguí toda la noche. No hubo pena ni acusación que le hicieron que no resonara en mi corazón. Pero al alba, no pudiendo más, acompañada por el discípulo Juan, por Magdalena y por otras pías mujeres, lo quise seguir paso a paso, de un tribunal al otro. Oía el estruendo de los golpes que llovían sobre el cuerpo desnudo de mi Hijo, oía las burlas, las risas satánicas y los golpes que le daban sobre la cabeza en el momento de coronarlo de espinas. Lo vi cuando Pilatos lo mostró al pueblo, desfigurado e irreconocible, sentí ensordecer con el “crucifícalo”, “crucifícalo”, lo vi ponerse la cruz sobre sus espaldas, agotado, atormentado, y no pudiendo resistir, aceleré el paso para darle el último abrazo y enjugarle el rostro todo bañado de sangre. ¡Pero los crueles soldados lo arrancan de mi lado con las cuerdas y lo hacen caer! Hija querida, qué pena desgarradora el no poder socorrer en tantas penas a mi querido Hijo, por eso cada pena abría un mar de dolor en mi traspasado corazón."
"...Finalmente lo seguí al Calvario, donde en medio de penas inauditas y espasmos horribles fue crucificado y levantado en la cruz, y sólo entonces me fue concedido quedarme a los pies de la cruz, para recibir de sus labios agonizantes el don de todos mis hijos y el derecho y sello de mi maternidad sobre todas las criaturas. Y poco después, entre espasmos inauditos expiró..."
"...Toda la naturaleza se vistió de luto y lloró la muerte de su Creador. Todos lloraron, las sepulturas abriéndose, los muertos resucitando, y también el velo del templo rompiéndose. Todos perdieron el ánimo y sintieron terror y espanto..."
"Y tu Mamá está petrificada por el dolor, esperándolo en mis brazos para ponerlo en el sepulcro. Mi querido Hijo quiso sufrir tantas penas para levantar nuevamente esta voluntad caída en lo bajo de todas las miserias, y en cada pena de Jesús y en cada dolor mío la llamaban a resurgir en la Voluntad Divina..."
"...Por eso, en este día de dolores para tu Madre dolorosa, y todo por ti, dame por correspondencia en mis manos tu voluntad, para que la encierre en las llagas sangrantes de Jesús, como la más bella victoria de su Pasión y muerte, y como triunfo de mis dolores..."
🕊️ Conclusión espiritual
Madre mía, tu Fiat no se quebró ni en el Calvario. Hoy me enseñas que la verdadera fortaleza no grita, sino que se dona. Ayúdame a no huir del dolor, sino a abrazarlo contigo en la Divina Voluntad. Que yo no sea parte de quienes crucifican, sino alma reparadora, clavada con Jesús por amor.
🌼 Florecita del día
“Hoy te colocarás en las manos de tu Mamá dolorosa para hacerte vestir de todas las penas de Jesús, a fin de que dondequiera que vayas, dentro y fuera de ti, puedas dar el amor de Jesús y el consuelo de la Mamá suya.”
💫 Jaculatoria
Mamá mía, que tu dolor me traspase el alma, y que en cada herida de Jesús me encierre yo, para no salir jamás de su Divina Voluntad.
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