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Profundiza en el misterio infinito de Dios a través de sus revelaciones. Consagración a la Reina del Cielo_Luisa Picarreta

La Reina del Cielo en el reino de la Divina Voluntad. Ofrecimiento de la voluntad humana a la Reina celestial.

SoraMois

5/31/20253 min read

🌟 Consagración

Ofrecimiento de la voluntad humana a la Reina celestial.
📘 La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad

🌸 Introducción

Hoy culminamos este mes dedicado a María, Reina del Cielo. Cada día, nos ha hablado con amor profundo, enseñándonos el poder de la Divina Voluntad en su vida, los bienes inmensos que derrama en quien se deja dominar por Ella, y el peligro que representa vivir según la voluntad humana. No han sido simples relatos: con cada palabra nos ataba el alma al Fiat Divino. Al cerrar este recorrido, María desea dejarnos su testamento: la herencia viva de la Voluntad de Dios para hacernos verdaderamente ricos, fuertes, felices y plenos en el Amor Eterno. Pero esta dote no se impone, se recibe. Y para acogerla, es necesario un acto libre y consciente: consagrar nuestra voluntad a María, entregándola con fe y amor para que Ella la encierre en las llagas de Jesús y la cubra con su Manto. Sí así lo quieres, continúa con la consagración, preferible después de la Eucaristía y ante el Sagrario. Si estás en casa, conecta con las capillas de adoración perpetua.

✨ Ofrecimiento de la voluntad humana a la Reina celestial

"Mamá dulcísima, heme aquí ante los pies de vuestro trono postrada, soy tu hijo, hija_ ___________nombre_______ que quiero darte todo mi amor filial, y entrelazo todas las florecitas, todas las jaculatorias, mis promesas que tantas veces he hecho en este mes de gracias, de no hacer jamás mi voluntad, y formando corona quiero ponerla en tu seno como testimonio de amor, de agradecimiento a mi Mamá. Pero eso no basta, quiero que la tomes entre tus manos como señal de que aceptas mi don, y el toque de tus dedos maternos la convierta en tantos soles, al menos por cuantas veces he tratado de hacer la Voluntad Divina en mis pequeños actos. ¡Ah! sí Madre Reina, quiero darte los homenajes de luz y de soles fulgidísimos, sé que Tú tienes muchos de estos soles, pero no son mis soles, en cambio yo quiero darte los míos, para decirte que te amo y para comprometerte a amarme.

Mamá Santa, Tú me sonríes y con toda bondad aceptas mi regalo, y yo te agradezco de corazón, pero quiero decirte tantas cosas, quiero encerrar en tu corazón materno mis penas, mis temores, mis debilidades, todo mi ser como lugar de refugio, quiero consagrarte mi voluntad. ¡Ah! Mamá mía, acéptala, haz un triunfo de la gracia y un campo donde la Divina Voluntad extienda su reino. Esta mi voluntad a ti consagrada nos volverá inseparables y nos tendrá en continua relación, las puertas del Cielo no se cerrarán para mí, porque habiéndote consagrado mi voluntad, a cambio me darás la tuya, así que, o la Mamá vendrá a estarse conmigo, o yo iré a vivir con mi Mamá en el Cielo, ¡oh! cómo seré feliz.

Escucha Mamá queridísima, para hacer más solemne la consagración de mi voluntad a ti, llamo a la Trinidad Sacrosanta, a todos los ángeles, a todos los santos, y ante todos declaro que es mi deseo, el hacer solemne consagración de mi voluntad a mi Mamá celestial.

Y ahora Soberana Reina, para concluir te pido tu santa bendición para mí y para todos, tu bendición sea celestial rocío que descienda sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, descienda sobre el mundo entero y lo cambie al bien, descienda sobre las almas del purgatorio y apague el fuego que las quema, tu bendición materna sea prenda de salvación a todas las almas.